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SHA living

Es innegable que nuestra manera de entender el verbo ‘cuidarse’ está creciendo en profundidad y en significados. Llevar una vida sana ya no es solo hacer algo de deporte a la semana y huir de los alimentos más calóricos. La dieta macrobiótica propone un camino directo al bienestar de cada uno con su cuerpo y con su mente. Más allá de lo que su nombre inspira, esta dieta transgrede los límites de la alimentación alcanzando todos los niveles de nuestro día a día. Pero, ¿de qué trata concretamente? "La macrobiótica viene de makros que significa largo, grande y bio, de la vida. Como dieta consiste en llevar un equilibrio entre alimentos naturales, orgánicos y de temporada para tener una salud óptima y así prever enfermedades”, apunta Javier Díaz, chef del restaurante SHAmadi que se encuentra dentro del centro SHA Wellness Clinic en L'Albir, Alicante. Todo en esta clínica gira en torno al bienestar. En ella se combinan la alimentación saludable, las terapias naturales y la innovación médica para que la estancia marque un antes y un después en tu forma entender el cuerpo y relacionarte con lo que te rodea. 

Díaz asegura que una vez comenzada la transformación los beneficios son múltiples. “Cuando empiezas a conocer y practicar una dieta macrobiótica rápidamente tienes más energía, descansas mejor, tienes más defensas”. En este proceso no sólo se modifica la dieta, sino que el cambio va más allá. Lola García, jefa del departamento de nutrición de la clínica, explica su esencia: “la parte de la nutrición es un pequeño apartado que no se entiende sin el resto. La filosofía esencial de la macrobiótica es lo más potente de todo su paradigma. Lo esencial es el ‘principio único’, que se manifiesta en dos energías: el Yin y el Yang, en continuo movimiento para buscar el ‘uno’. El fin de la macrobiótica es encontrar el equilibrio”. En línea con su filosofía están el respeto por el medio ambiente, el alimento como medicina, el estudio de las energías y el conocimiento del cuerpo, entre otras facetas. La nutricionista rechaza que se entienda la macrobiótica como una moda o un camino para adelgazar. “Lo que la gente llama ‘dieta milagro’ no debería llamarse así, sino ‘régimen milagro’, ya que tienen un objetivo exclusivo de pérdida de peso. La Macrobiótica comporta un estilo de vida y una actitud”

Como ambos nos cuentan la dieta macrobiótica no exige especiales sacrificios, y es fácil de seguir en casa. En ella los alimentos de proximidad se erigen como la única alternativa: legumbres, verduras y cereales integrales son los tres grupos de alimentos que deberán primar en la cocina. “Es una alimentación centrada en el consumo de productos frescos, locales de temporada y, sobre todo, basada en la eliminación de alimentos procesados, además de los ‘blancos’”, explica Lola.

En SHA el menú se configura según las necesidades del huésped. Con la única premisa: que el producto sea de temporada; expertos de distintos departamentos se reúnen con meses de antelación para valorar ajustes en las diferentes dietas, atendiendo a tendencias, estudios de productos y nuevas restricciones. El chef concreta: “diferenciamos en dos grupos: menús terapéuticos (Biolight y Kushi) y menú gastronómico (SHA). En si todos tienen las mismas restricciones ya que en ninguna dieta se utilizan huevos, carne, lácteos, azúcar y en pequeñas cantidades verduras solanáceas y todos los cereales son integrales, las verduras ecológicas y el equilibrio nutricional está presente en las tres. No obstante, la dieta Kushi y Biolight tienen un aporte más alto en vegetales y menos en proteína animal (pescado y siempre blanco) en cambio en SHA entra algo de marisco y pescados azules”. Los menús se combinan con numerosas terapias holíticas, shiatsu, acupuntura, moxibustión, compresas de jengibre... que emanan todas de la misma filosofía. Quien acude a la clínica aprehende una nueva forma de comer, cocinar y relacionarse con el entorno en la que las energías juegan un papel principal, y el equilibrio es el fin. “Una elección que te aporta salud, y lo que ello supone: alegría, energía, curiosidad, equilibrio, felicidad”